La ONU denuncia violaciones colectivas y asesinatos en masa en Burundi
Desde abril de 2015 hasta la fecha, al menos 439 personas han sido asesinadas.
Las violaciones a los derechos humanos en Burundi no sólo no cesan, sino que se incrementan, alertó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, quien denunció ataques sexuales y violaciones colectivas, desapariciones forzadas y la aparición de múltiples fosas comunes.
"Los ataques del 11 de diciembre contra tres campos militares y las violaciones a los derechos humanos a gran escala que les han seguido parecen haber desencadenado tendencias de nuevas, profundas e inquietantes violaciones de los derechos humanos", señaló Zeid, citado en un comunicado.
El alto comisionado ha documentado 13 casos de violencia sexual contra mujeres en el marco de las operaciones de búsqueda y captura en los barrios sospechosos de apoyar a la oposición.
"La práctica fue similar en todos los casos: las fuerzas de seguridad entraban en las casas de las víctimas, separaban a las mujeres del resto de la familias y las violaban, en algunos casos de forma colectivas", describió Zeid.
Asimismo, el alto funcionario denunció que han recibido numerosas acusaciones de que durante las mismas operaciones del 11 y 12 de diciembre en los barrios de Musaga, Nyakabiga, Ngagara, Citiboke y Mutakura, en Buyumbura, las fuerzas policiales y del Ejército habría secuestrado, torturado y "desaparecidos" a decenas de jóvenes.
En esas operaciones también participaron miembros de las milicias Imbonerakure, agregó.
"A pesar de estos arrestos en masa, mi organización constata una baja proporción de entre ellos que están detenidos en centros oficiales. El número creciente de desapariciones forzadas, unido a las alegaciones sobre la existencia de centros secretos de detención y de fosas comunes es extremadamente alarmante", subrayó Zeid.
Según los testimonios recogidos por los funcionarios del Alto Comisionado, en Buyumbura habría al menos nueve fosas comunes con un centenar de cuerpos en ellas.
Según denuncias, los miembros de las Imbonerakure habrían obligado a ciertos detenidos a cavar las fosas, para ser posteriormente ejecutados.
La oficina del alto comisionado está analizando imágenes de satélite para confirmar las alegaciones sobre las fosas.
Asimismo, Zeid alertó del tinte étnico que está tomando el conflicto, dado que muchas de las víctimas de la masacre del 11 de diciembre eran tutsis.
Una de las víctimas de violación denunció que su agresor le dijo que ella estaba siendo volada para pagar por el resto de tutsis.
Y según muchos testimonios, la mayoría de los hutus no habrían sido detenidos.
A pesar de los anuncios gubernamentales de que investigaría las denuncias de fosas comunes, el alto comisionado ha vuelto a solicitar una investigación independiente, profunda, creíble e imparcial sobre las denuncias.
Asimismo, Zeid se lamentó de que las denuncias de casos de torturas se hayan triplicado en un mes, y que los responsables señalados sean mayoritariamente funcionarios de las fuerzas de seguridad o de los servicios de información.
Según los cálculos del alto comisionado, en diciembre al menos 130 personas fueron asesinadas, el doble que el mes precedente.
Desde abril hasta la fecha, al menos 439 personas han sido asesinadas.
Burundi está sumido en una espiral de violencia desde que el presidente, Pierre Nkurunziza, decidió presentarse por tercera vez a las elecciones, algo prohibido por la Constitución, lo que lanzó una espiral de protestas civiles a las que las autoridades han respondido con una feroz represión.
EFE